"SOMBRITA"


Pasan los años y creo que nunca olvidaré la experiencia que viví ese día, ni su rostro angelical, una dulce voz con su tierna mirada, como olvidar ese maldito día cuando me pidió ayuda y no pude hacer absolutamente nada.
Hace unos años atrás, cuando era pequeño, crecí en la casa de mi abuela paterna en San Ramón, era una casa grande de campo con patio interno enorme, cuándo mi hermana tenía 10 años, mi mamá quedó accidentalmente embarazada de mí y cuando cumplió sus 15 años la dejaron tener novio y le hicieron una gran fiesta en la vieja casa esa noche la pasamos de maravilla a pesar de que era muy chico podía ver y sentir la felicidad que vivimos esa noche, ella se había puesto muy bonita y a los pocos meses se casó y yo llevé los anillos, al parecer estaba embarazada, así que siendo muy jóvenes se quedaron a vivir con nosotros en aquella morada.
Al cabo de algunos meses, después de tanto esperar y con muchas ansias, nació la pequeña niña Belen era bellísima, una hermosa sonrisa carismática con los ojos azules como los de mi abuela, super inteligente y llamativa, yo siempre jugaba con ella, la protegía, era como una hermana para mi, siempre estaba pendiente de lo que quería, pero después que cumplió 4 años comenzó a jugar con un amigo imaginario “Sombrita”, hablaba sola peleaba, lloraba, se reía, hasta se miraba mucho en el espejo. Yo siempre la vigilaba trataba de saber con quien hablaba quien era esa persona con quien ella vivía jugando, moría de ganas por saber si aquello con que se entretenía la manipulaba, nunca pude ver a su amigo, solo una sombra que se deslizaba furtiva y silenciosa, siempre cuando yo trataba de descubrirlo desaparecía.
Así que un día decidieron llevarla a un psicólogo infantil quien dijo que eso era normal en pequeños de su edad, que con el tiempo a medida que vaya creciendo se le pasaría, cuando entrara en la escuela lograría olvidar por completo, porque tan solo era un amigo imaginario, pero con el correr de los días aquello se volvió tan cotidiano y casi normal que invitábamos a "Sombrita" a comer a la mesa, que jugara en el cuarto, hasta se iba hasta de vacaciones con nosotros.
Todo estaba bien hasta que Belen, una niña dulce se convirtió en amargada, comenzó a decir groserías, no hacía caso, contestaba siempre de mala manera y de repente se ponía a jugar cosas raras, sobre todo el juego de las escaleras porque Sombrita se lo enseñaba, y así hablaba de cosas que no eran para su edad, y me culpaban a mi, pero ella insistía y les aclaraba que no era su tío Miguel.
Lo más espantoso era que este ser comenzó aparecer en forma fugaz en las fotografías, reflejos de ventanas y espejos, pero nadie me creía lo que yo veía hasta un día que la niña comenzó asustarse y confesó que Sombrita le decía que no me quisiera, que el era su único amigo y familiar que tenia.
Después de esto mi abuela buscó a una persona para que bendiga la casa, el mismo le dijo que le volvieran a echar agua bendita en la pieza de la niña y en toda la casa, porque se había alejado su Ángel de la Guarda. A partir de allí que ese amigo imaginario se volvió violento, activaba la televisión, apaga y encendía las luces, abría los grifos, el agua salia a chorros, lo mas escalofriante es que movía y escondía los juguetes, llego a tal punto que Belen se molestó con su amigo imaginario y desde allí comenzaron aparecerle moretones, yo veía como le jalaba el cabello, cuando se escondía debajo de la cama y no la dejaba dormir, mi hermana se hartó de tantas cosas raras buscó alquiler y decidió mudarse a otra vivienda.
Esa tarde la pequeña se encontraba guardando sus juguetes cuando de repente comenzó a gritar, salimos corriendo, venía bajando por las escaleras, vi una sombra que la perseguía y la empujó tan fuerte que le hizo perder el equilibrio y cayo, cuando llego junto a nosotros ya estaba muerta, se había desnucado por los golpes que se dio.
Recuerdo bien que la metieron en una urna blanca y la vistieron de angelito, nunca pude olvidar a Belen y todos los momentos juntos que pasamos a pesar de sen tan niños, tampoco la olvido porque noche tras noche viene a visitarme tomada de la mano de su amigo imaginario, una sombra oscura con ojos brillantes es sombrita el mismo que se la llevó.
La gente no sabe que a veces esos amigos imaginarios pueden ser espíritus que se tornan peligrosos cuando los niños no quieren hacer lo que ellos dicen y pasan estas cosas...
Por eso si tienes hijos chicos prestarle mucha atención a veces los amigos imaginarios, no son lo que parecen!!!

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