PARA LOS OCULTISTAS Y DIFERENTES INICIATIVAS
Es en la cuarta
dimensión en donde habitan los espíritus perdidos y algunas entidades de
baja vibración, vinculadas con los personajes diabólicos que en
realidad, son de oscuridad y que según los escasos reportes de prensa,
desde 1995 han aumentado su manifestación en diferentes partes del
mundo, aunque predomina el escepticismo sobre la materia.
Aunque
algunas personas tenemos alguna información sobre estos misterios, no
siempre tenemos la conciencia dispuesta y abierta para encontrarlos. Es
como una defensa natural, por ejemplo, de que la ola de robos se
incrementa en el Distrito Federal y uno piensa que nunca le sucederá en
lo personal... hasta que ingresa a las estadísticas.
Por ello, no
es raro que a principios de abril del 2001, cuando recibí una llamada
telefónica que solicitaba una consulta a domicilio, jamás pensé que ese
día sería algo especial por las aterradoras experiencias que recibiría y
sin igual en mi ejercicio profesional de 20 años después de haber
egresado de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Al concluir la
atención a una persona en mi consultorio, me dirigí al domicilio que se
me indicó. Estuve tocando el timbre en repetidas ocasiones sin que
obtuviera respuesta. Pensé que se había tomado alguna otra decisión y
que no requerían ya de mis servicios. Iba a retirarme cuando a gritos
inquirieron quien tocaba y al decirle que era la doctora, dijeron que
esperara.
Tardaron todavía tres minutos para abrir lo que me
molestó, ya que habían dicho que era de urgencia y al parecer, no era
cierto. Más, cuando abrieron la puerta, vi los rostros desencajados de
una mujer de aproximadamente 40 años y dos jóvenes entre 27 y 22 años y
tartamudeando me indicaron que tenía que subir hasta la azotea de la
casa ubicada en el segundo piso en donde se encontraban dos temerosos
ancianos.
Mientras subía las escaleras, los familiares me daban
pormenores del paciente: Hombre de 29 años de edad. No es drogadicto, no
es alcohólico, no tiene padecimientos mentales. ¡Llevaba una vida
normal hasta ese día!
Al salir a la azotea, en un cuarto de
trebejos de madera y techo con láminas de cartón, con sillas rústicas de
madera, un jardín improvisado con macetas, cubetas, maderas y tabiques
junto a la barda, fijos con cemento.
Observé al paciente totalmente desnudo y acostado boca arriba sobre el frío cemento, los brazos abiertos en cruz y las piernas abiertas. Emitía unos murmullos muy raros. Los familiares me advirtieron que ya había agredido con golpes y verbalmente a sus ancianos padres y a sus jóvenes hermanos. “Lo bañamos con agua fría para ver si se calmaba”, comentaron los familiares.
Observé al paciente totalmente desnudo y acostado boca arriba sobre el frío cemento, los brazos abiertos en cruz y las piernas abiertas. Emitía unos murmullos muy raros. Los familiares me advirtieron que ya había agredido con golpes y verbalmente a sus ancianos padres y a sus jóvenes hermanos. “Lo bañamos con agua fría para ver si se calmaba”, comentaron los familiares.
Una crónica aterradora: Cuando sus padres le llamaron a tranquilizarse,
empezó a perseguirlos maldiciendo y vociferando, tratando de
golpearlos. Cuando lo bañaron, soltó estruendosas carcajadas y
finalmente se tiró al suelo para revolcarse unos minutos y quedar quieto
como si estuviese esperando alguna señal extraña.
Fue así como
lo encontré y atenta a la advertencia, me acerqué con mucho sigilo,
sabía que debía ser cautelosa para evitar alguna agresión o golpe.
Llegué cerca de su cabeza y al empezar a agacharme para tocar su frente,
el hombre levantó su mano derecha y salí volando hacia atrás como medio
metro, como si una fuerza me hubiese aventado ya que el sujeto jamás me
tocó.
Mientras yo intentaba ponerme de pie, el hombre avanzó hacia un tinaco que se encuentra al otro extremo de la azotea. ¡Arrancaba las macetas y tabiques como si fuesen de cartón y me los aventaba! Siempre mantuvo los ojos cerrados y expresaba palabras en lenguas desconocidas.
Mientras yo intentaba ponerme de pie, el hombre avanzó hacia un tinaco que se encuentra al otro extremo de la azotea. ¡Arrancaba las macetas y tabiques como si fuesen de cartón y me los aventaba! Siempre mantuvo los ojos cerrados y expresaba palabras en lenguas desconocidas.
En este momento, pude observar que el joven tenía la espalda raspada,
los glúteos con manchas de sangre y el cuero cabelludo sangrando y muy
raspado, por lo que pedí a la familia que llamara a una ambulancia. Sin
embargo, en el teléfono de emergencia, los paramédicos y enfermeros se
negaron a acudir en nuestro auxilio, bajo el argumento de que no era de
su jurisdicción y que debería llamarse a un psiquiátrico.
Yo
seguí atenta los movimientos del hombre que se había sentado a un lado
del tinaco y empezó a comerse las plantas con tanta voracidad similar a
que no hubiese comido en semanas. Aunque mantenía los ojos cerrados, las
muecas satánicas de su rostro, impactaban al más valiente.
Me
fui acercando lentamente y le pregunté su nombre. Con voz cavernosa y
burlona respondió: “¡Yo soy Dios!” Aunque sorprendida por una respuesta
tan extraña, proseguí el interrogatorio sobre su origen, a lo que
respondió: “¡Yo soy la Virgen María!” Guardó silencio y al no escuchar
mi voz, gritó de nuevo: “¡Yo soy Jacqueline! ¡Yo soy Giovanna. Yo soy
María! ¡Yo soy María Blanco!
Aquí, sus familiares me comentaron
con voz nerviosa y temerosa: “No es posible. Él no puede ser María
Blanco”. Esto llamó mi atención y busqué saber quien era ese personaje.
Respondieron: “Es una mujer, familiar nuestro, de nuestro pueblo, allá
por Hidalgo”. La respuesta era incompleta por lo que insistí y se me
dijo: “¡Ella se dedicaba a la brujería! Pero jamás la conoció mi hijo.
Además, ya murió y nunca hablamos de ella delante de mi hijo”, señala el
papá.
El joven retomó su protagonismo y recitó: “Yo soy luz, yo
soy flor, yo soy colibrí, yo soy sol, yo soy dorado, yo soy verde, yo
soy amarillo, yo soy blanco”. Calló unos instantes y con voz cavernosa y
fuerte dijo: “¡Yo soy mujer! ¡Yo tengo el poder de la mujer! ¡Yo tengo
la fuerza de la mujer! ¡Yo soy virgen!”
Todos le mirábamos sorprendidos y escuchamos: “¡Yo llamo a la virgen! ¡Papá! ¡Mamá!”
Solicité a los familiares que llevaran agua bendita mientras observé
que dos patrullas llegaron a la esquina de la casa. Les dije que fueran a
buscar a los patrulleros y me quedé con el hombre y visualicé a una
entidad masculina, con barba de candado y ojos brillantes que le poseía.
Todo en rojo intenso. Se interrumpió mi trabajo al llamarme los
familiares para que convenciera a los patrulleros de que nos auxiliaran.
Uno de ellos se quitó la pistola y cartuchera para no lastimarlo mientras que otros tres policías y cuatro paramédicos no quisieron intervenir. Finalmente se marcharon con el susto reflejado en el rostro. Por lo intenso del momento, era imposible que reaccionara para apuntar las matrículas y los nombres.
Al quedarme únicamente con la familia, me acerqué al que, ahora estaba segura, era un poseído por Satanás. Fue por eso que le pregunté si tenía sed y al tener una respuesta positiva, le brindé un poco de agua, pero como no dejaba que me acercara, se la rocíe. El poseído se encrespó y muy enojado se lanzó en mi contra: ¡Es que el agua no era simple, era bendita!
Uno de ellos se quitó la pistola y cartuchera para no lastimarlo mientras que otros tres policías y cuatro paramédicos no quisieron intervenir. Finalmente se marcharon con el susto reflejado en el rostro. Por lo intenso del momento, era imposible que reaccionara para apuntar las matrículas y los nombres.
Al quedarme únicamente con la familia, me acerqué al que, ahora estaba segura, era un poseído por Satanás. Fue por eso que le pregunté si tenía sed y al tener una respuesta positiva, le brindé un poco de agua, pero como no dejaba que me acercara, se la rocíe. El poseído se encrespó y muy enojado se lanzó en mi contra: ¡Es que el agua no era simple, era bendita!
Empecé a rezar el Padre
Nuestro como protección ya que me habían dicho que los poderosos Mantras
del Padre Nuestro protegen a los Hijos de Dios. Y tuve la oportunidad
de confirmarlo en esta ocasión, ya que el sujeto pareció calmarse y me
dijo: “¿Sabes? ¡Tienes una voz melodiosa! Deseo conocerte porque debes
de ser muy bella” y en ese instante ¡abrió los ojos!
Sentí un
frío intenso cuando me miró fieramente. Después inspeccionó su alrededor
y al darse cuenta buscó proteger su desnudez. La familia fue a buscar a
un sacerdote que jamás encontraron porque era lunes, el día de descanso
en las iglesias en la colonia Progreso Nacional, en la delegación
Gustavo A. Madero.
Al verlo tranquilo anuncié mi retiro del
lugar. Habían sido cuatro horas en un enfrentamiento con una entidad
rojiza y aterradora. Pedí a los familiares que me mantuvieran al
corriente de lo que sucedía posteriormente.
Con profundo dolor, los padres del joven determinaron llevarlo al Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino. La ambulancia llegó a ese domicilio a las 19: 45 horas para trasladar al joven al nosocomio en donde se encuentra actualmente como esquizofrenia peligroso, en estudio y con tratamiento.
Con profundo dolor, los padres del joven determinaron llevarlo al Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino. La ambulancia llegó a ese domicilio a las 19: 45 horas para trasladar al joven al nosocomio en donde se encuentra actualmente como esquizofrenia peligroso, en estudio y con tratamiento.
Recuerdo
que antes de retirarme, la mamá del poseído me comentó que desde tiempo
atrás, el joven empezó a visitar las páginas satánicas en la Internet.
“Se pasaba toda la noche dentro de esas páginas”, expresó sin que
pudiese saber qué es lo que realmente hacia su hijo. Dijo: “Perdió todo
el interés por lo demás y únicamente se encerró en ese mundo y nos
gritaba muy feo si lo distraíamos de su tarea”.
Frente a sus
padres, antes de irse al hospital, el hombre intentó justificar sus
actos en lo que creyó vivir: Un terremoto en donde vio todo el fin del
mundo, con la muerte de sus seres queridos, y por ello tenía esas
heridas en la espalda y otras partes del cuerpo: “Me golpearon cuando
los estaba buscando”.
“¿Cómo pudiste verlo?”, le preguntó un
familiar y respondió: “Después de haber invocado a Satanás por medio de
unas claves que me dieron en una de esas páginas de Internet para
conocer el futuro inmediato y poder protegernos”.
Hasta la fecha, ya no he tenido información de su familia sobre el resultado de la terapia en el hospital en donde, seguramente, se buscará una solución clásica dentro de la medicina tradicional si consideramos que la ignorancia científica de las fuerzas ocultas que se desencadenarán como indicios del fin de los tiempos, solamente podrán ser enfrentadas con el amor y el perdón que nos libere de nuestros miedos para reencausarnos al Amor Divino del Padre Creador de los Universos.
Hasta la fecha, ya no he tenido información de su familia sobre el resultado de la terapia en el hospital en donde, seguramente, se buscará una solución clásica dentro de la medicina tradicional si consideramos que la ignorancia científica de las fuerzas ocultas que se desencadenarán como indicios del fin de los tiempos, solamente podrán ser enfrentadas con el amor y el perdón que nos libere de nuestros miedos para reencausarnos al Amor Divino del Padre Creador de los Universos.
Sin embargo, no es
únicamente el dogma científico el que impide al ser humano ver su
entorno. También existe la tradición familiar en los dogmas religiosos
impuestos por los hombres para satisfacer su ambición de poder económico
y político por medio de instituciones que olvidaron su origen y
principio.
Hay razón en lo que digo. Días después de esta experiencia tuve otro contacto paranormal. Fue de una paciente que trabaja como secretaria en el sector oficial. Por razones obvias se omite su nombre y su lugar de trabajo aunque por el interés general, se presenta el hecho registrado en los últimos días de marzo del 2001.
Hay razón en lo que digo. Días después de esta experiencia tuve otro contacto paranormal. Fue de una paciente que trabaja como secretaria en el sector oficial. Por razones obvias se omite su nombre y su lugar de trabajo aunque por el interés general, se presenta el hecho registrado en los últimos días de marzo del 2001.
Mi amiga y paciente se encontraba trabajando con su computadora en la
redacción de una acta laboral, cuando su jefe le llamó por teléfono para
conocer los sucesos en su ausencia.
Concluido el informe y recibidas las instrucciones y sin más actividades en la oficina, mi amiga decidió terminar temprano por lo que le ordenó a la computadora que imprimiese el documento que estaba elaborando y le dio la espalda al ordenador para recoger los artículos sobre el escritorio. Después de unos 45 minutos fue a supervisar la impresión.
Concluido el informe y recibidas las instrucciones y sin más actividades en la oficina, mi amiga decidió terminar temprano por lo que le ordenó a la computadora que imprimiese el documento que estaba elaborando y le dio la espalda al ordenador para recoger los artículos sobre el escritorio. Después de unos 45 minutos fue a supervisar la impresión.
Grande fue su
sorpresa cuando en lugar del acta lo que encontró impreso fueron los
caracteres “GRACIAS MAMA Y PAPA” pero, además existía otro elemento
extraño y es que esto salió escrito con distintos formatos de cada
carácter, es decir, diferentes tipos de letras, y esto hace que quede
completamente segura de que no fue un error de su parte o que se hubiera
recargado sobre el teclado y haber escrito por error.
Guardó
silencio sobre lo sucedido, pero en su interior se sobrecargó ya que en
días anteriores, en forma por demás inexplicable, en un cajón en donde
guarda dinero para gastos imprevistos, había dejado un sobre con mil
pesos en su interior y al final del día lo cerró y entregó a su jefe. En
el compartimiento solamente tienen acceso dos personas: Ella y su jefe.
Al abrirlo, su jefe la indicó que faltaba la mitad del dinero sin que
se pudiese establecer quien tomó el efectivo. Su jefe creyó que existe
alguien en la oficina que intenta desprestigiarla y por la confianza de
varios años de trabajo juntos, el incidente quedó sin mayor efecto, en
apariencia, ya que psicológicamente incidió en la salud de mi amiga.
Por razones religiosas de su familia, la paciente es renuente a buscar el auxilio espiritual por medio de medicina alterna o armonización de energía y liberación de fuerzas negativas, por lo cual, solamente se sometió a un tratamiento alopático a base de vitaminoterapia y aplicarse a la oración de su religión.
Por razones religiosas de su familia, la paciente es renuente a buscar el auxilio espiritual por medio de medicina alterna o armonización de energía y liberación de fuerzas negativas, por lo cual, solamente se sometió a un tratamiento alopático a base de vitaminoterapia y aplicarse a la oración de su religión.
El diagnóstico alopático de dos
colegas, fue problemas gástricos y como no surtieron efecto en su
terapia, regresó conmigo para recibir una terapia de apoyo.
Sin embargo, hay eventos que llaman poderosamente la atención. Hace 6 años fue asesinado su marido por dos policías que jamás recibieron su castigo, ya que argumentaron la confusión al perseguir a un asaltante. En ese tiempo, mi amiga tenía 7 meses de embarazo, lo que aumentó el efecto doloroso de la pérdida de su pareja.
Sin embargo, hay eventos que llaman poderosamente la atención. Hace 6 años fue asesinado su marido por dos policías que jamás recibieron su castigo, ya que argumentaron la confusión al perseguir a un asaltante. En ese tiempo, mi amiga tenía 7 meses de embarazo, lo que aumentó el efecto doloroso de la pérdida de su pareja.
Por pláticas
sostenidas en diferentes ocasiones, mi amiga ha mencionado que siempre,
en la víspera del aniversario luctuoso de su cónyuge, se manifiestan
incidentes extraños: No puede dormir, siente la presencia amada, su hija
llora y se irrita mucho y otros elementos que la inquietan dentro de su
silencio ya que en una ocasión que comentó estos sucesos extraños con
sus padres, la regañaron y prohibieron buscar otro tipo de auxilio que
no fuese su religión.
En este año, empero, coincidió el aniversario luctuoso con la muerte de un vecino cercano, lo que pudo desembocar en una crisis emocional importante en donde se da una serie de eventos paranormales sin que pueda descartarse que la causa sea la misma paciente en donde intenta encontrar o evadir una respuesta a sus miedos profundos.
En este año, empero, coincidió el aniversario luctuoso con la muerte de un vecino cercano, lo que pudo desembocar en una crisis emocional importante en donde se da una serie de eventos paranormales sin que pueda descartarse que la causa sea la misma paciente en donde intenta encontrar o evadir una respuesta a sus miedos profundos.
Sin embargo, como en el caso anterior, las respuestas
serán difíciles de encontrar, ya que en el primero, la posesión
diabólica al invocar a Satanás por medio de la Internet, terminó en el
Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino en donde los médicos acudieron a
la fórmula fácil de diagnosticar un caso más de locura y, en el segundo
hecho, la paciente se muestra renuente para buscar la solución a sus
problema..
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