DORMI EN UNA CASA EMBRIJADA
No soy una persona que se dejé llevar por supersticiones e historias de fantasmas. Soy el tipo de chica que busca una explicación lógica para todo y la última en creer en todas esas leyendas urbanas, y hoaxes que se comparten por Internet. El tipo de chica que desacredita al instante cualquier experiencia paranormal que hayas tenido, o creído tener.
Sin embargo, por más que he intentado buscar una salida lógica a lo que voy a contar a continuación, debo confesar que no he podido hacerlo.
Todo comenzó cuando unas amistades me invitaron a pasar la noche en su casa, una antigua propiedad del año 1900, recién restaurada y de estilo gótico. Una auténtica casa de fantasmas. A menudo, sus habitantes comentaban que en más de una ocasión habían visto a una señora que se aparecía en el sótano, aunque por supuesto yo no les creí.
Ellos siempre querían meterle miedo a todo el mundo.
Para cuando llegó la noche, la fiesta de pijamas se había puesto interesante. Nos habíamos inflado con comida chatarra, habíamos jugado juegos de mesa e incluso contado algunas historias de terror, con todo y mi escepticismo. Luego llegó la hora de acostarse y yo me dispuse a descansar dentro de mi bolsa de dormir.
Me desperté por la madrugada, luego de escuchar unos ruidos. Me concentré en el sonido y me di cuenta de que provenía de la cocina.
Como mi mejor amiga no estaba al lado mío, supuse que quizá se había levantado por un bocadillo o había querido levantarse para hacer el desayuno, (no me explicaría hasta después, que en ese momento se había levantado para ir al baño). Me puse mis pantuflas y bajé para alcanzarla, mientras el ruido de la cocina se intensificaba.
Ahora no solo podía escuchar claramente como alguien manipulaba ollas y freía algo en la sartén, sino que también era capaz de oler el intenso olor del tocino cocinándose y los huevos que chisporroteaban junto al bacon.
No obstante, una vez que me asomé a la cocina todos los sonidos pararon en seco. Aún podía percibir el olor a desayuno en el aire, pero la estancia estaba vacía y completamente a oscuras. Los utensilios permanecían puestos en sus lugares y no había nada sobre la estufa. Me quedé paralizada. Siempre podía decir que estaba soñando, pero la verdad es que yo sé que no es así.
Con todo, regresé a mi habitación para intentar convencerme de que me había imaginado cosas.
Al día siguiente, el comentario del hermano de mi mejor amiga no me tranquilizó. Se puso a reclamarnos que no había podido dormir por todo el ruido que habíamos hecho. Mi amiga puso cara de no entender, pero yo sí comprendí de lo que estaba hablando.
Desde que viví esta experiencia, he tenido que admitir que tal vez haya cosas fuera de nuestra comprensión.
Al parecer, la mujer que vivía en esa casa sigue habitándola de algún modo.
Este cuento de terror está basado en una experiencia compartida por el foro de Reddit.
Sin embargo, por más que he intentado buscar una salida lógica a lo que voy a contar a continuación, debo confesar que no he podido hacerlo.
Todo comenzó cuando unas amistades me invitaron a pasar la noche en su casa, una antigua propiedad del año 1900, recién restaurada y de estilo gótico. Una auténtica casa de fantasmas. A menudo, sus habitantes comentaban que en más de una ocasión habían visto a una señora que se aparecía en el sótano, aunque por supuesto yo no les creí.
Ellos siempre querían meterle miedo a todo el mundo.
Para cuando llegó la noche, la fiesta de pijamas se había puesto interesante. Nos habíamos inflado con comida chatarra, habíamos jugado juegos de mesa e incluso contado algunas historias de terror, con todo y mi escepticismo. Luego llegó la hora de acostarse y yo me dispuse a descansar dentro de mi bolsa de dormir.
Me desperté por la madrugada, luego de escuchar unos ruidos. Me concentré en el sonido y me di cuenta de que provenía de la cocina.
Como mi mejor amiga no estaba al lado mío, supuse que quizá se había levantado por un bocadillo o había querido levantarse para hacer el desayuno, (no me explicaría hasta después, que en ese momento se había levantado para ir al baño). Me puse mis pantuflas y bajé para alcanzarla, mientras el ruido de la cocina se intensificaba.
Ahora no solo podía escuchar claramente como alguien manipulaba ollas y freía algo en la sartén, sino que también era capaz de oler el intenso olor del tocino cocinándose y los huevos que chisporroteaban junto al bacon.
No obstante, una vez que me asomé a la cocina todos los sonidos pararon en seco. Aún podía percibir el olor a desayuno en el aire, pero la estancia estaba vacía y completamente a oscuras. Los utensilios permanecían puestos en sus lugares y no había nada sobre la estufa. Me quedé paralizada. Siempre podía decir que estaba soñando, pero la verdad es que yo sé que no es así.
Con todo, regresé a mi habitación para intentar convencerme de que me había imaginado cosas.
Al día siguiente, el comentario del hermano de mi mejor amiga no me tranquilizó. Se puso a reclamarnos que no había podido dormir por todo el ruido que habíamos hecho. Mi amiga puso cara de no entender, pero yo sí comprendí de lo que estaba hablando.
Desde que viví esta experiencia, he tenido que admitir que tal vez haya cosas fuera de nuestra comprensión.
Al parecer, la mujer que vivía en esa casa sigue habitándola de algún modo.
Este cuento de terror está basado en una experiencia compartida por el foro de Reddit.
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