Relato de un taxista
Soy taxista, mi nombre es John,
tengo 60 años. Desde joven he trabajado en este oficio y les contaré mi
experiencia con el lado oscuro del mal. Yo siempre fui un escéptico, no
creía en fantasma ni nada por el estilo. Hasta que una noche en mi taxi
trabajando como una noche cualquiera dos ancianas me hicieron parada y
me pidieron que les hiciera un viaje. Éstas vestían ropas muy viejas y
se veían sucias. Una de ellas se le veían golpes en los brazos y cara.
La otra llevaba una maleta que parecía muy pesada, yo me ofrecí a
ayudarle pero muy brusca me dijo. ¡no!-. Entonces simplemente me alejé y
me dirigí al taxi. Ya estando ellas adentro comenzó aquel viaje que
hasta el día de hoy lo recuerdo como si fuera sido ayer. Ella me iba
indicando las calles que debía tomar, calles extrañas y muy solas, donde
la oscuridad reinaba. Todo era desolado e inquietante. Fueron dos
largas horas de camino y durante ese tiempo pude ver por el espejo
retrovisor algo volando cerca de nosotros. Parecía ser un ave pero no
pude conocer que especie era. Sólo que si era grande y completamente
negra donde gracias a la luz de la luna la pude notar.
Éstas
parecían angustiadas y muy apresuradas de llegar hasta el destino que
llevaban. Cuando de pronto escuché el llanto de un bebé recién nacido,
yo rápido las volteé a ver y ellas solo me miraron como si nada pasaba.
Yo seguí conduciendo. No quise preguntar nada, pues bastaba lo que
habían visto mis ojos Hasta ese momento como para querer saber más.
Deseaba llegar con prontitud hasta donde ellas iban ya que todo eso me
daba escalofríos. De pronto una de las ancianas me grito. ¡alto!
¡detengase!. Yo entonces frene de golpe y les pregunté. ¿qué sucede?-
ellas solo se bajaron del taxi sin decir nada y me dijo una de ellas.
-tome. Aquí está su dinero- yo entonces tome el dinero y las dejé ahí.
Ellas se quedaron en un lugar donde no había ni un alma.
Un
lugar solo y sin nada a su alrededor. Todo aquello me era extraño y muy
espeluznante. Pero daba gracias a Dios que por fin había terminado ese
viaje y que solo sería un cuento para contar... Estaba equivocado... A
mi regreso mire aquel animal volando de nuevo detrás del auto. No
entendía que podría ser eso y tampoco quería averiguarlo. Seguí
conduciendo y tratando de ignorar ese animal pero, de pronto me fue
imposible el hacerlo pues ese animal ya no volaba a una corta distancia
de mi taxi... Ahora venía volando pegado a mi ventana... Entonces me
empecé a poner nervioso muy asustado pues ya no parecía un animal sino
un humano con alas y pico... Sus ojos eran cuencas vacías, llenas de
oscuridad sin fin pero aún así sentía su mirada fija y penetrante hacia
mí... Comenzó a picotear la ventana como intentado quebrar el vidrio...
Yo no paraba de temblar y temía perder el control del auto.
Este
seguía picoteando violentamente la ventana que llegue a pensar por un
momento que quebraría el vidrio... Pero de pronto... En un abrir y
cerrar de ojos desaparecido... Se esfumó... Hasta entonces... Y solo
hasta entonces logré controlarme un poco y decidí ese día dar por
concluida mi jornada de trabajo y regresar a mi casa... Al llegar a ésta
me recibió mi perro Brandon, yo me recosté en mi sillón aún con aquello
clavado en mis pensamientos... No podía olvidarlo.
Me dirigí a
subir al segundo piso donde estaba mi habitación... mi perro Brandon
iban conmigo... Cuando al llegar a la puerta oí el rechinar de la
ventana, ésta parecía ser asotada por el viento, se me hizo extraño pues
no hacia viento. caminé hasta dentro de la habitación y volteé hasta la
ventana... mi perro empezó a ladrar... ladraba muy violentamente... Me
acerqué a ésta a paso lento y viendo a los alrededores. Al llegar me
asomé y vi a poca distancia aquel animal que me persiguió en todo el
viaje... Parado... Viéndome fijamente sin parpadear... Me miraba como si
quisiera que le entregara algo... algo de él... algo que le pertenecía y
que yo tenía... levantó una mano y me indicó abrirle la puerta... Se me
erizó la piel... Me quedé sin habla y estaba muy asustado. Mi perro
seguía ladrando.
Yo solo trate de ignorar aquello, cerré la
ventana y me quedé quieto sentado en la cama junto a Brandon... Éste no
parecía calmarse. Se paró frente a mí y seguía ladrando hacia la
ventana... Después de unos minutos éste se calmó y empezó a arañar la
puerta pidiendo que se la abriesen. Yo entonces me levanté y abrí la
puerta, éste salió y empezó a bajar las escaleras yo iba atrás de él...
Al llegar al último escalón... Mi perro comenzó a ladrar de nuevo hacia
la ventana que estaba junto a la puerta principal.
Yo solo me
quedé parado... Con la respiración algo acelerada... Tenía escalofríos
por todo mi cuerpo... No sabía qué hacer... El miedo me estaba
carcomiendo... Cuando entonces oí el mismo llanto de un bebé recién
nacido que provenía de afuera.... El mismo llanto que oí mientras
llevaba a esas ancianas... Y ahora se oía afuera de mi casa... Decidí
asomarme a la ventana aún cuando sentía colapsar del miedo... Sudor
goteaban de mi frente mientras más me acercaba a aquella ventana.. mi
perro no paraba de ladrar cada vez más violento y brusco... Yo seguía
caminando... Despacio sin hacer ruido...
Cuando al fin llegue a
la ventana, mis ojos parecían salir de mis cuencas... La sangre se me
congelo... Mis piernas temblaban y me paralice... Dios mío, que escena
tan macabra y espeluznante la que observaba... Era realmente
espantosa... Ese animal le arrancaba con el pico los ojos... uno por
uno... A quien parecía ser un bebé de solo horas de nacido... yo, solo
seguí ahí parado viendo aquello horroroso mientras éste seguia con el
bebé en brazos comiendo los ojos del bebé... Pero... ¡Era realmente un
bebé!... Mis ojos comenzaban a ver cómo aquel supuesto bebé comenzó a
tomar forma de un animal extraño... Éste cayó al suelo y le empezaron a
salir brazos y piernas largas.... Muy largas... Yo simplemente no pude
seguir viendo aquello tan espeluznante, me alejé de la ventana temblando
como un papel. pensé en salir de ahí, mi perro venía atrás de mí aún
ladrando... Yo corrí hasta la cochera y entró al taxi... Fue entonces
que vi aquello que una de las ancianas llevaba cusndo las recogí...
Aquello que no me dejaron tocar... Sí... Aquella maleta pesada.... Esa
maleta pesada estaba ahora en mi auto... Maleta hecha de cuero de algún
animal... ¿la olvidarían?... O simplemente la dejaron a propósito?... No
lo sabía... Lo que si entendía ahora es porque ese animal estaba afuera
de mi casa pidiendo que le abriera la puerta... Éste se vino tras esta
maleta.
Tomé la maleta y me dirigí a mi cuarto... Mi perro
Brandon seguía conmigo pero éste al fin se había calmado. Cada escalón
que subía la sentía más pesada y difícil de cargar. No sabía si aquel
animal seguía afuera pero por si aún estaba ahí, trate de hacer el menor
ruido posible. Al entrar a mi cuarto a como pude subí la maleta a mi
cama. La miré por varios minutos pensando en que podría contener esa
maleta... Se veía un poco espeluznante... Tenía muchos símbolos y era de
cuero. Temía encontrarme con algo más espantoso de lo que estaba afuera
de mi casa... Dudaba en abrirla y ver su contenido... Pero al mismo
tiempo la curiosidad se apoderaba de mí... Después de pensarlo me decidí
a abrirla.. puse mis manos en ella y me disponía a abrirla cuando
escuché... Toc... Toc... Alguien tocaba mi puerta... ¿quién podría ser a
esta hora?...
Mi perro Brandon salió de mi cuarto y comenzó a
ladrar frente a la puerta principal... Yo lo seguí pero a pasos sin
sonido... Al llegar casi al último escalón de me detuve... Mire por el
rabillo de mi ojo que algo corrió hacia mi habitación... Mi perro
Brandon salió tras de eso y yo lo seguí... Al llegar a la puerta de mi
habitación, la abrí muy despacio... Pero muy despacio... Mi perro
Brandon se veía ansioso de entrar... Cuando entramos éste se le tiro
encima a una especia de un animal extraño de cuatro patas, este estaba
encima de la maleta... Yo simplemente me quedé perplejo... No pude
moverme... Eso era muy aterrador... Mi perro seguía atacando a aquel
animal cuando mire como a eso de cuatro patas comenzó a tomar forma de
humano... mis ojos no lo podían creer... era irreal... Eso se había
convertido en una de las ancianas a quien le hice ese viaje... Ésta
lanzó a mi perro y lo dejó muy golpeado. Yo seguía parado sin poder
creer lo que estaban viendo mis ojos. Ésta muy desafiante tomó la maleta
y solo me dijo. -con la prisa se me olvido- y salió de la habitación...
Cuando al llegar a la puerta principal se detuvo... Retrocedió y se
veía muy pálida.
Yo atrás de ella solo observaba... Cuando por
la ventana vi de nuevo asomarse aquel animal con forma de humano... Me
miró y me ordenaba que le abriera la puerta... Mientras aquella anciana
parecía aterrada. Ésta lanzó la maleta y tomó forma de un ave grande,
casi similar a la de aquel animal que yacía afuera pidiéndome que le
abriera la puerta. Intento tomar la maleta cuando se oyó un estruendo
que golpeó fuerte la puerta. Ésta cayó al suelo, rápido se levantó e
intento de nuevo tomar la maleta. Yo entonces corrí hasta la puerta con
la intención de abrirla pero aquella anciana con forma de animal me lo
impidió y me dijo. -no lo dejes entrar, te estoy salvando la vida- yo
entonces me detuve mientras que aquel animal seguía pidiéndome que
abriera la puerta... Yo no sabía que hacer... No sabía quién de ellos no
tendría la intención de acabar conmigo. Cuando aquella anciana tomó de
nuevo la maleta y me preguntó. -¿quieres saber que contiene está
maleta?- yo aterrado por todo lo que estaba pasando le dije. -solo
quiero que se vayan de mi casa por favor- la anciana comenzó a reír muy
macabrantemente y con mucha burla. Yo entonces corrí de nuevo hacia la
puerta y ésta gritó. ¡no! ¡no la vayas a abrir!... Pero ya era muy
tarde... La puerta ya estaba abierta.
Aquella anciana comenzó a
gritar de angustia, tomó la maleta con fuerza mientras que aquel animal
venía caminando hacia ella. No entendía que era lo que contenía esa
maleta para que ambos la quisieran con desesperación... Con ansias de
poseerla. Mientras yo seguía parado observando, aquel animal entró a la
casa y tomó a la anciana, éste empezó a chuparle el alma hasta que está
poco a poco se fue convirtiendo más pequeña hasta que quedó como un bebé
de horas de nacida. Empezó a sacarle los ojos con el pico y luego se
los comió. El llanto de ese bebé se oían por toda la casa, hasta que se
calló y entonces empezó a tomar forma de un animal con piernas y brazos
largos... Aquel animal tomó la maleta y empezó a abrirla yo solo seguía
parado observado todo lo que ocurría... Perplejo ante algo que nunca
había visto... Ante algo tan espantoso... Ante algo en el que no
creía... Éste al abrir la maleta metió lo que quedaba de aquella
anciana, la cerro y me dijo. -una bruja menos-. Entonces entendí que en
aquella maleta habitaban cadáveres de brujas muertas, y que el desespero
de aquella anciana era volver a darles vida a esos cadáveres como solo
ella sabía... Magia negra. Aquel animal solo era el cuidador de esa
maleta que aquellas ancianas le habían arrebatado y que ahora había
vuelto a sus manos. Este agarró la maleta y solo se fue volando. Después
de esa experiencia no me queda duda que el mal existe. Y que habitan a
nuestro alrededor y que nos observan sin nosotros darnos cuenta.
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