Mito o leyenda
Cuenta la leyenda, que ya hace mucho tiempo, en San Juan del Rio Qro. en la calle de Cuauhtémoc, nació un perro que no era ordinario, pues cuentan que salió de un resplandor rojo. Una viejita que pasaba por ahí, lo recogió y se lo llevó a su casa, estando ahí lo metió en su cuarto, y le dio lechita, lo arropó y lo dejo dormir, en una cajita de cartón que le sirvió de nido.
Esa misma Noche, y de pronto, el cachorro vio la luna, y se transformó en un perro grande, malvado y de un aspecto diabólico, se arrojó sobre la puerta y la derribó, salió y corriendo hacia las casas del centro del pueblo. Esta alimaña, iba recorriendo las calles una por una, y solamente se metía en aquellas viviendas, que misteriosamente, tenían lo que andaba buscando. Entraba en ellas y se llevaba unos bultos que por la oscuridad, no se distinguía lo que en realidad, era él cargamento.
A la mañana siguiente el pueblo se reunió, sobre todo, aquellos que habían sido asaltados en sus viviendas la noche anterior y descubrieron horrorizados que había entrado solo a casas en las que había niños pequeños, que eran los bultos que sacó de cada lugar donde se había metido.
Esto se repitió, durante varias noches, aún a pesar que la gente estaba prevenida, pero el cuadrúpedo, era muy sagaz y sigiloso que se escabullía por cualquier rincón o agujero, hasta dar con los infantes y llevárselos. Entonces la gente del pueblo se juntó por la noche, y formaron grupos para darle caza al horrible y demoníaco animal, todos sabían que su objetivo, era dar muerte al mismo enviado de Lucifer en cuanto le vieran.
Por fin en la incansable búsqueda, el perro apareció en una granja, uno de los hombres que se encontraba en la cacería del mismo, lo vio y le disparó. El animal solo se quedó quieto, con la cabeza gacha, el campesino se acercó para rematarlo, pero fue sorprendido por la terrible bestia, saltando sobre el ocasionándole mordidas mortales hasta que se desmayó, entonces el terrorífico can, entró en la casa del granjero y se llevó al niño, desapareciendo entre el campo y los matorrales.
Todo esto inquietó al sacerdote del lugar, quién se unió a la búsqueda y prometió ayudar a exterminar a aquel demonio, en eso apareció otro hombre que había sido mordido por la terrible bestia y aseguro que aquel animal era inmortal, pues en repetidas ocasiones, había logrado impactar con las balas de su rifle, sin conseguir tan siquiera hacerle un rasguño. Buscaron a la anciana, que había llevado a su casa al animal para alimentarlo cuando nació, y ella les dijo, que esperaran hasta el amanecer, pues era cuando el animal, recobraba su forma normal.
Les señaló, donde podían encontrarlo y que ahí lo mataran. Y así lo hicieron, encontraron al perro vigilando un agujero en donde tenía metidos a todos los niños. Entonces llamaron al sacerdote, quién acudió de inmediato, éste, llevaba un cuchillo, el cual había sido bendecido por el mismo y acercándose cuidadosamente, logró clavárselo al animal, este se lanzó sobre el cura y lo mordió, sin embargo el animal, no pudo hacer más intentos por defenderse, pues el padre había sido certero al clavar el cuchillo, causándole la muerte, al enviado de Satanás.
Gracias al valiente sacerdote los niños se salvaron y pudieron regresar al lado de sus padres, la mordedura trajo sus terribles consecuencias, pues unos días después, el sacerdote murió a causa de herida, que le propinó la terrible bestia.
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