LA VERDADERA HISTORIA DE "ANABELLE" LA MUÑECA DIABÓLICA
La historia de Annabelle se remonta a 1970, cuando una mujer compró la
muñeca y la entregó como regalo de cumpleaños a su hija Donna, quien
estudiaba para ser enfermera y vivía con otra de sus compañeras de
clase, Angie.
La muñeca formó parte de la decoración de su habitación, hasta que comenzaron a notar cosas extrañas: se movía por sí misma.
En un principio era difícil notar que la muñeca se había movido, pero
luego se volvió evidente. Por ejemplo, ambas dejaban la muñeca en una
esquina y cuando volvían a la habitación la encontraban sobre la cama
con las piernas y los brazos cruzados.
Otras veces dejaban la
muñeca en una de las habitaciones y cuando regresaban la encontraban en
la cocina o de pie recargada contra la pared en alguna otra parte de la
casa.
Además, Donna y Angie comenzaron a encontrar notas escritas
donde alguien pedía ayuda. Aunque ambas intentaban encontrar una
explicación racional a lo que ocurría, los sucesos extraños continuaron.
Un día, ambas notaron que la muñeca se había movido, pero notaron
también algo más extraño y aterrador: tenía manchas de sangre en la
espalda, en sus manos y en el pecho. Fue en ese momento que decidieron
contactar a una médium, para que les ayudara a entender qué ocurría.
La médium les dijo que la muñeca estaba poseída por el espíritu de
Annabelle Higgins, una pequeña que había sido encontrada muerta a los
siete años en la propiedad antes de que los apartamentos fueran
construidos.
Los Warren afirman que a través de la médium la
muñeca pidió a Donna y Angie que la adoptaran y que la quisieran, pero
pronto se dieron cuenta que esto fue sólo una treta, al darse cuenta que
dentro de la muñeca había un espíritu maligno.
Uno de los amigos
de ambas, Lou, les había pedido que se deshicieran de la muñeca. Una
noche el joven despertó de una pesadilla y se dio cuenta que no se podía
mover. Cuando vio alrededor notó que Annabelle estaba cerca de sus
pies. La muñeca entonces comenzó a subir por su cuerpo e intentó
ahorcarlo.
Sin aire, Lou terminó desmayándose. Cuando despertó al
día siguiente él sabía que no había sido un sueño, por lo que decidió
deshacerse de la muñeca él mismo.
Pero el joven entonces sufrió
otra experiencia aún más terrible cuando se encontraba en compañía de
Angie, revisando unos mapas previo a un viaje que realizarían. Ambos
comenzaron a escuchar ruidos desde la habitación de Donna.
Cuando
Lou entró, no notó nada extraño, salvo a Annabelle es una esquina de la
habitación. Cuando se acercó a la muñeca, sintió que alguien estaba
detrás de él. Lou volteó pero no vio a nadie. De pronto, sintió que algo
lo estaba atacando y en su pecho notó que algo le hacía tres marcas
verticales y luego cuatro horizontales, formando la marca de la bestia,
además de que comenzó a sangrar.
Fue en ese momento contactaron a los Warrens, quienes decidieron tomar el caso e iniciar una investigación.
Ambos les explicaron a los jóvenes que la muñeca no estaba poseída por
una niña, sino por un demonio y que a través de la médium este los había
engañado.
Con la ayuda de un cura, los Warren realizaron un
exorcismo a la casa para liberarla de espíritus. Luego decidieron
llevarse a la muñeca con ellos para evitarles más problemas a las
jóvenes.
Los Warren afirmaron que durante el viaje entre el
apartamento y su casa, la muñeca hizo que el auto casi se estrellara en
varias ocasiones. La única forma de calmar al demonio que tenía poseída a
la muñeca fue rociarla con agua bendita.
Cuando los Warren
llegaron a su casa, siguieron los fenómenos extraños por varios días: la
muñeca levitó en varias ocasiones y comenzó a cambiar de posición
dentro de la casa, apareciendo a veces dentro de las habitaciones.
La muñeca fue causante de al menos dos accidentes, uno de ellos fatal,
sufrido por personas que supuestamente se burlaron de ella.
Un
cura llamado Jason Bradford, quien estaba de visita en la casa de los
Warren, se dirigió a la muñeca y le dijo: "Tú no puedes causarle daño a
nadie, Annabelle". El padre estuvo involucrado en un accidente de auto
luego de dejar la casa el cual casi le cuesta la vida, cuando el coche
que conducía perdió los frenos antes de llegar a una intersección.
La muñeca entonces fue puesta dentro de la vitrina, donde se encuentra
hasta la fecha. Los Warren afirma que un par de jóvenes visitaron el
Museo del Ocultismo y se burlaron de la muñeca.
Luego de
abandonar el lugar, a pedido del dueño, el joven que conducía una
motocicleta perdió el control y se estrelló contra un árbol. En el lugar
él murió instantáneamente, mientras que la mujer que lo acompañaba
estuvo hospitalizada por un año.
Comentarios